Uno se vuelve maestro. No hay maestro sin alumno.
Uno se vuelve maestro cuando acepta responsabilizarse de guiar a otros. Si te quieren seguir y aceptas que te sigan, eres maestro.
Si te siguen y no lo quieres, no eres maestro. Eres Forrest Gump.
Uno se vuelve maestro. No hay maestro sin alumno.
Uno se vuelve maestro cuando acepta responsabilizarse de guiar a otros. Si te quieren seguir y aceptas que te sigan, eres maestro.
Si te siguen y no lo quieres, no eres maestro. Eres Forrest Gump.
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Efectivamente, Javier. La auctoritas es “saber socialmente reconocido”. Si bien el saber es de uno, la auctoritas precisa del reconocimiento por parte de otros. Y ese reconocimiento es lo que se asume. A lo que añado un componente de compromiso: no social en general sino hacia el alumno (no es mala palabra) en concreto que quiere aprender a hacer oficio.
Vaya!! No se te ha olvidado el español! Fuera bromas, es un comentario interesante. Ser maestro implica ver la realidad de una manera equilibrada, supongo. Sin falsas humildades,. Eso quiere decir que el maestro tiene que asumir su papel con “auctoritas” como decían los latinos., con la autoridad que nace del prestigio.